Canarias par Nicolás Estévanez (1878)
La patria es una peña,
La patria es una roca,
La patria es una fuente,
La patria es una senda y una choza.
Mi patria no es el mundo,
Mi patria no es Europa;
Mi patria es de un almendro
La dulce, fresca, inolvidable sombra.
A veces por el mundo
Con mi dolor a solas
Recuerdo de mi patria
Las rosadas, espléndidas auroras.
A veces con delicia
Mi corazón evoca
Mi almendro de la infancia,
De mi patria las peñas y las rocas.
Y olvido muchas veces
Del mundo las zozobras,
Pensando de las islas
En los montes, las playas y las olas.
A mí no me entusiasman
Ridículas utopías
Ni hazañas infecundas
De la razón afrenta, y de la Historia.
Ni en los Estados pienso,
Que duran breves horas,
Cual duran en la vida
De los mortales las mezquinas obras.
A mí no me conmueven
Inútiles memorias
De pueblos que pasaron
En épocas sangrientas y remotas.
La sangre de mis venas
A mí no se me importa
Que venga del Egipto
O de las razas célticas y godas.
Mi espíritu es isleño
Como las patrias rocas,
Y vivirá cual ellas
Hasta que el mar inunde aquellas costas.
La patria es una fuente,
La patria es una roca,
La patria es una cumbre,
La patria es una senda y una choza.
La patria es el espíritu,
La patria es la memoria,
La patria es una cuna,
La patria es una ermita y una fosa.
Mi espíritu es isleño
Como las patrias costas
Donde la mar se estrella
En espumas rompiéndose y en notas.
Mi patria es una isla,
Mi patria es una roca,
Mi espíritu es isleño
Como los riscos donde vi la aurora.
Merci à Marie-Laure d'avoir partagé ce poème ...
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